No solo consumía la carne de sus víctimas sino que además la orina, sangre y excrementos, lo que él atribuiría dicha tendencia a su triste historia de niñez abusiva. Fish se hizo a sí mismo como pintor, recorrió Estados Unidos torturando a niños casi en cada estado. La mayoría de sus víctimas provenían de familias pobres (de raza negra) por lo que no era probable que le inculparan debido al racismo que por aquel entonces imperaba.
Fue detenido en ocho ocasiones: por tentativa de estafa, robo, pago con cheques sin fondo, cartas obscenas a anuncios de agencias matrimoniales.
Fue internado en tres ocasiones en un hospital psiquiátrico aunque duró poco pues consideraban que no era peligroso ni estaba loco pues lo que él padecía era una personalidad psicopática de carácter sexual. La policía tardaría 6 años en acusarle de asesinato. Al fin fue detenido el 13 de diciembre de 1928. En su declaración afirmó que tras matar a la niña le cortó la cabeza y partió su cuerpo en dos con una sierra a la altura del ombligo y además añade: "Decidí comérmela. La llevé a una casa abandonada en Westchester en la que me había fijado. En el primer piso me desvestí completamente para evitar manchas de sangre. Cuando me vio desnudo se echó a llorar y quiso huir, pero la alcancé. La desnudé, se defendió mucho, me mordió y me hizo algunos rasguños. La estrangulé antes de cortarla en pedacitos para llevarme a casa toda su carne, cocinarla y comérmela. No pueden imaginar cuán tierno y sabroso estaba su culito asado. Tardé nueve días en comérmela por completo. No me la tiré, aunque hubiese podido hacerlo de haberlo querido, murió virgen".
Confiesa además otros asesinatos cometidos así como “un deseo irresistible de comer carne cruda las noches de luna llena” y comer sus propios excrementos ( por dios!!). Sin miedo… le fascinaba bailar desnudo durante las noches de luna llena. Declaró que a un niño de tan solo 4 años le flageló hasta que su sangre corrió por sus piernas, le cortó las orejas, nariz y ojos, le destripó y cogió su sangre para bebérsela, lo desmembró y se preparó un estofado con la parte más tierna.
Eso no es todo amigos, a un joven vagabundo lo secuestró durante dos semanas, le obligó a hacer toda clase de actos coprófagos, masoquistas y sádicos, intentó cortarle el pene con unas tijeras, pero tal era su sufrimiento que arrepentido le dio 10 dólares y le dejó marchar. Cuando se le preguntaba la cifra exacta de sus víctimas respondía sonriendo: “por lo menos 100” ( lo que sí es seguro un total de 15 inofensivos niños).
Sus últimas palabras antes de morir fueron: "¿Cómo es posible que yo haya llegado hasta aquí?"
Fue detenido en ocho ocasiones: por tentativa de estafa, robo, pago con cheques sin fondo, cartas obscenas a anuncios de agencias matrimoniales.
Fue internado en tres ocasiones en un hospital psiquiátrico aunque duró poco pues consideraban que no era peligroso ni estaba loco pues lo que él padecía era una personalidad psicopática de carácter sexual. La policía tardaría 6 años en acusarle de asesinato. Al fin fue detenido el 13 de diciembre de 1928. En su declaración afirmó que tras matar a la niña le cortó la cabeza y partió su cuerpo en dos con una sierra a la altura del ombligo y además añade: "Decidí comérmela. La llevé a una casa abandonada en Westchester en la que me había fijado. En el primer piso me desvestí completamente para evitar manchas de sangre. Cuando me vio desnudo se echó a llorar y quiso huir, pero la alcancé. La desnudé, se defendió mucho, me mordió y me hizo algunos rasguños. La estrangulé antes de cortarla en pedacitos para llevarme a casa toda su carne, cocinarla y comérmela. No pueden imaginar cuán tierno y sabroso estaba su culito asado. Tardé nueve días en comérmela por completo. No me la tiré, aunque hubiese podido hacerlo de haberlo querido, murió virgen".
Confiesa además otros asesinatos cometidos así como “un deseo irresistible de comer carne cruda las noches de luna llena” y comer sus propios excrementos ( por dios!!). Sin miedo… le fascinaba bailar desnudo durante las noches de luna llena. Declaró que a un niño de tan solo 4 años le flageló hasta que su sangre corrió por sus piernas, le cortó las orejas, nariz y ojos, le destripó y cogió su sangre para bebérsela, lo desmembró y se preparó un estofado con la parte más tierna.
Eso no es todo amigos, a un joven vagabundo lo secuestró durante dos semanas, le obligó a hacer toda clase de actos coprófagos, masoquistas y sádicos, intentó cortarle el pene con unas tijeras, pero tal era su sufrimiento que arrepentido le dio 10 dólares y le dejó marchar. Cuando se le preguntaba la cifra exacta de sus víctimas respondía sonriendo: “por lo menos 100” ( lo que sí es seguro un total de 15 inofensivos niños).
Sus últimas palabras antes de morir fueron: "¿Cómo es posible que yo haya llegado hasta aquí?"
"Qué alegría morir en la silla eléctrica. Será el último escalofrío, el único que todavía no he experimentado” (para él, placer supremo).
Es más, durante su ejecución, en la primera descarga se produjo un cortocircuito porque en su pubis tenía clavados más de 20 alfileres y clavos”. Fish por fin murió por causa de una descarga mucho más potente.
Es más, durante su ejecución, en la primera descarga se produjo un cortocircuito porque en su pubis tenía clavados más de 20 alfileres y clavos”. Fish por fin murió por causa de una descarga mucho más potente.